Escribo una vez mas a vuela pluma, inmediatamente a leer en un periódico un titular sobre unas letradas de una asociación denunciadas por una presunta trama de denuncias de violencia de genero también presuntamente falsas. De la lectura del artículo se reseñan diferentes comentarios del Juzgador de violencia de genero que ha sido quien ha alertado de una posible existencia de delito de denuncia Falsa.
Es necesario antes de que comience una caza de brujas, escribir rápido unas matizaciones a la terminología y a la situación del tema de la violencia de género.
No es un secreto mi opinión, si hay algún lector que me sigue, aunque sea de manera esporádica me la encontrará escrito con claridad. La legislación de violencia contra la mujer es un enorme proyecto fallido. El ejemplo del “cazador cazado” lo tenemos en la desgraciada peripecia personal vivida por el padre de la Ley. Salió bien, de lo que me alegro, pero vivió lo que supone estar metido en un proceso de violencia de género, aunque el investigado sea inocente.
Anticipo que he metido en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo una Demanda por vulneración de la Convención Europea de Derechos Humanos contra la competencia civil de los Juzgados de violencia en un determinado caso, en el que mi cliente fue “linchado” en los medios de prensa. No solo es que sea un proyecto fallido de principio a fin, sino que no se están intentando medios nuevos o planteamientos diferentes para perseguir la violencia intrafamiliar. También he expuesto en este blog mis ideas al respecto de cómo veo yo que ha de tratarse el problema, una opinión entre muchas indudablemente, pero que no he conseguido que sea discutida. Parece que nadie se cuestiona que lo que hay sea lo bueno, cuando lo bueno precisamente es lo que no hay.
Pero ha saltado a la prensa que existe una trama de abogadas que se dedicaba a poner denuncias de violencia de género falsas. Con todos los respetos para el medio que lo publica, no me lo creo. Y me explico y matizo que no es defensa corporativa a mis compañeras, sino sentido lógico. Las compañeras eran las letradas de la Asociación de Mujeres progresistas. Al parecer aconsejaron a una cliente introducir hasta siete denuncias presuntamente falsas de violencia. Están siendo investigadas, ellas, la clienta, una psicóloga y alguna otra persona más, imagino pero no lo se, que la propia asociación.
No creo que exista trama alguna, en el sentido de organización deliberada para presentar denuncias falsas, y menos en las que participen abogados, resulta absurdo pues es algo que no da dinero significativamente, no se obtienen papeles de nada, a lo sumo el reconocimiento de víctima y entrar en los planes de ayuda, pero no creo que merezca la pena el resultado con el medio utilizado.
Sí creo que se ha forzado en general en muchas ocasiones la utilización de los juzgados de violencia contra la mujer con fines “espurios”. Este termino es importante aclararlo, porque no quiere decir “falso”. Esto es producto de la Jurisprudencia.: Espurio quiere decir con una finalidad diferente a la pensada cuando se hizo la ley, espurio quiere decir, presentar una denuncia de violencia de genero por hechos antecedentes en mucho tiempo a la presentación de la demanda de divorcio, o presentarlo cuando se va a presentar una demanda de divorcio, o presentarlos ya iniciada una demanda de divorcio con objeto de conseguir la competencia CIVIL para conocer del divorcio. Pero espurio no quiere decir “mentiroso” sino algo que tiene que ver con el momento y que afecta a la contundencia de la prueba testifical de la víctima y a su credibilidad; pero no la convierte en falsaria o mentirosa.
Hay otra cosa que también es importante distinguir: Una cosa es el archivo de la denuncia, y otra cosa diferente es que el denunciado sea absuelto en el juicio. El archivo puede ser por muchas razones, y la absolución por las razones generales del código penal; pero ni el archivo ni la absolución convierten a una denuncia de violencia de genero como falsa, puede serlo, pero no necesariamente ha de serlo, puede ser simplemente por falta de prueba o por otras razones, que no llevan a pensar que se ha denunciado por la mujer en falso.
Es cierto por otro lado que cuando uno defiende a un hombre, siempre cuenta con la posibilidad de verse en un momento dado metido en una denuncia de violencia contra la mujer, y que ha habido una indudable tendencia a utilizar de manera extralimitada las hipotéticas ventajas civiles que suponen los Juzgados de violencia contra la mujer. Eso lo que ha hecho es perjudicar el intento de protección a la mujer maltratada, y rebajar el grado de credibilidad; por otra parte, sale gratis denunciar a alguien. Es decir, no tiene consecuencias posteriores.
Por lo tanto, esta noticia ha de ser leída sin que nadie intente arrastrar el agua a su molino. Lo único que aporta nuevo es que están siendo investigados dos letradas y una psicóloga, vinculadas a la Asociación Progresista de Mujeres y que no se puede banalizar por ninguna profesión ni asociación algo tan serio como una denuncia de violencia. La violencia de genero no es un “comodín” en la partida del divorcio. Creo que esto tenía que llegar tarde o temprano porque ha sido un instrumento del que se han apropiado algunas mujeres en perjuicio del hombre y de otras mujeres verdaderamente maltratadas; lo que se está haciendo debería de haberse hecho antes, pero también debería haberse cambiado la Ley antes a la vista de las estadísticas de mujeres muertas, y que no debería haberse planteado el sistema como un sistema de violencia contra la mujer, sino de violencia intrafamiliar.
Recuerdo un comentario que me hizo hace un par de meses un cliente, en Bilbao. Estábamos en la fase en que aun había convivencia, pero ya con el matrimonio roto. Me llama el cliente y me dice “oye he estado hablando con mi mujer y me ha dicho que o hago lo que ella dice o se pega un golpe para que le salga un renegón y dice que he sido yo el que se lo he hecho, y a ver a quien van a creer si a ti o a mi.”. Mi respuesta: “coge la maleta y márchate de casa, ya discutiremos en el juzgado”. Recuerdo otra cosa, recientemente ocurrida en un procedimiento que llevaba en una ciudad gallega. Se trataba de una sustracción de menores, la abogada se quedaba de canguro con los menores sustraídos cuando la madre tenia que ir a juicios al extranjero. Hacemos Derecho de familia, no se nos olvide, de familia sí, y por lo tanto en el limite, pero derecho también y primero, como decía en mi anterior post. La Ética y la deontología han de estar presentes incluso en los momentos de mayor dureza del litigio, y ni las denuncias dudosas ni los “canguros” entran en la praxis.Existe, por lo tanto, quitándole la idea de trama, lo que la noticia refleja, sin particularizar en nadie. Pero de ahí a darle un carácter generalizado, no creo que sea así. Si este fenómeno existe, lo es por las propias deficiencias de la Ley y por el colapso del sistema de protección creado, que sin querer lo ha fomentado, o ha dejado los huecos suficientes para que se produzca. Las asociaciones feministas deberían ser mas prudentes en sus actuaciones, muchas más veces mas de las que lo son. No se trata de sustituir la lucha de clases por la lucha de géneros ni tampoco de aprovechar la coyuntura para cargar contra la existencia del sistema de protección, pero sí es momento de volver a afirmar y a pedir, que hay que cambiarlo… YA!
Adolfo Alonso Carvajal